venres, 19 de maio de 2017

Valle Inclán, Primo de Rivera e José Antonio

Cartel de Martes de Carnaval, 
do Centro Dramático Galego

Na escena sexta de Martes de carnaval, obra que vistes hai uns días en Santiago, Valle Inclán escribiu:
“EL CAPITÁN: ¡Mi general, hay que decidirse, y montar a caballo!
EL GENERAL: Redactaré un manifiesto al país. ¡Me sacrificaré una vez más por la Patria, por la Religión y por la Monarquía! Las figuras más ilustres del generalato y los jefes con mando de tropas, celebramos recientemente una asamblea… Faltó mi aquiescencia: ¡Con ella ya se hubiera dado el golpe!
EL CAPITÁN: El golpe sólo puede darlo usted.
EL GENERAL: Naturalmente, yo soy el único que inspira confianza en las altas esferas. Allí saben que puedo ser un viva la Virgen, pero que soy un patriota y que sólo me mueve el amor a las Instituciones. Eso mismo de que soy un viva la Virgen prueba que no me guía la ambición, sino el amor a España. Yo sé que esa frase ha sido pronunciada por una Augusta Persona. ¡Un viva la Virgen, señora, va a salvar el Trono de San Fernando!
EL CAPITÁN: Mi general, usted, si se decide y lo hace, tendrá estatuas en cada plaza”.


O xeneral está inspirado en Miguel Primo de Rivera, ditador español entre 1923 e 1929. Un dos seus primeiros manifestos, do 22 de setembro de 1923, lembra ás palabras escritas por Valle Inclán:
“Al país y al ejército. Españoles:
Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los hombres que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia parecen pedir que gobiernen los que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo a los que han sido su único, aunque débil freno, y llevaron a las leyes y costumbres la poca ética sana, el tenue tinte de moral y equidad que aún tienen ; pero en la realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto y entre ellos mismos designan la sucesión.
Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de rebeldías mansas, que sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que está recia y viril a que nos lancemos por España y por el Rey.
Este movimiento es de hombre: el que no sienta la masculinidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la Patria preparamos. ESPAÑOLES: ¡VIVA ESPAÑA Y VIVA EL REY!.
No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia, y más porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influída por la política; descarada propaganda separatista; pasiones tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades y..., por último, seamos justos, un solo tanto a favor del Gobierno, de cuya savia vive hace nueve meses merced a la inagotable bondad del pueblo español, una débil e incompleta persecución al vicio del juego”.


Afonso XIII e Miguel Primo de Rivera

Na charla de Rafael Pillado, que visitou o Instituto o pasado 9 de maio, escoitamos falar das “cartillas de racionamiento” que existiron na primeira década da ditadura franquista. Franco fixo de José Antonio Primo de Rivera, fillo de Miguel e fundador de Falange Española —partido fascista español—, un dos referentes ideolóxicos da ditadura. En clase vimos ou veremos unha desas “cartillas de racionamiento” na que aparece un selo coa cara de José Antonio Primo de Rivera.

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